domingo, 24 de junio de 2007

Primer Modelado..... un ejemplo

El árbol protagonista de este articulo, es un juniperus squamata, procedente de vivero. Tras su adquisición, la dueña anterior, lo plantó en el jardín de su casa donde estuvo aproximadamente 5 años. Al ver que no prosperaba, debido a su lento crecimiento, me lo ofreció como material para bonsái. Por supuesto que acepte la oferta, así que, pala en mano, recolecte este junípero de tamaño medio en agosto del 2005. Esta variedad es mucho más delicada que otros juníperos, de muy lento crecimiento, y ramas que suelen morir luego de un alambrado incorrecto. Como ventaja destaca su hermosa corteza y el color azulado de sus agujas.
Ya en mi taller, lo plante en una amplia maceta, con un sustrato de grano grueso, compuesto por arena gruesa y mantillo, en una relación 70/30. Un año mas tarde, al ver que el árbol respondía vigorosamente, comenzó la etapa de diseño, pensar en su futuro...........

Aquí vemos el árbol, con cuatro frentes posibles:

Como regla básica para el diseño del bonsái, primero debemos buscar el frente. Este es el lado que nos muestra la mayor cantidad de virtudes y esconde los posibles defectos........ Giramos el árbol y cambiamos su ángulo de plantado, buscando una línea que nos agrade....... ¿qué es esto? La línea, es el recorrido visual, desde la base del árbol, hasta el ápice del mismo. Para ser coherente, un diseño no puede tener líneas que compitan entre sí, confundiendo al espectador.
Veamos 4 opciones de diseño, entre las infinitas posibilidades que nos ofrece este árbol:

Opción 1
Utilizando el frente A, inclinado el árbol 45º hacia la izquierda, nos encontramos con esta posibilidad de diseño. La línea elegida nos muestra unas curvas agradables, dándonos como resultado un árbol de porte bajo, con mucho carácter y apariencia de vejez, debido a la gran cantidad de madera muerta.


Opción 2
Utilizando el frente B, inclinando el árbol 45º a la derecha, obtenemos esta imagen, con menos movimiento que la anterior, pero no menos interesante.
Opción 3
Con el frente A, inclinando el árbol 60º aproximadamente, obtenemos esta hermosa imagen de un árbol semi-cascada. Aquí vemos que las dos líneas no compiten entre sí desorientando al espectador, sino que se combinan de manera armoniosa, lográndose un diseño que impacta por su delicado y suave movimiento.

Opción 4
Esta opción, utilizando el frente BC, da como resultado un árbol más esbelto que los anteriores. La elegancia es su característica principal

Mi elección:
A pesar de que cada una de estas opciones tiene sus pro y sus contra, yo elijo la opción 3, por ser la que más me agrada. El árbol no requiere de técnicas complicadas ni de torsiones bruscas para lograr este objetivo, solo modelar suavemente sus ramas y trabajar un poco la madera muerta resultante de la eliminación de ramas innecesarias. Antes de alambrar, es conveniente enrafiar sus ramas, ya que corremos el riesgo de perderlas al no hacerlo. A pesar de su flexibilidad, las fisuras ocurridas durante el modelado, pueden ocasionar la perdida de todas las ramas alambradas. Con la aplicación de rafia, minimizamos este posible daño.
Como maceta, elegiría un kurama, ya que resaltaría el carácter de montaña que este estilo sugiere.

Imagen futura

Este articulo es recomendable para los que recién se inician en el diseño de bonsái. Es un caso hipotético, que solo intenta sugerir una manera de encarar el material a trabajar.

domingo, 10 de junio de 2007

Pinzado de los Juniperus de Aguja

En este artículo, que inaugura la sección Técnicas, quiero presentarles mi forma de pinzar los juníperos de aguja, como los procumbens y los squamata.
En la mayoría de las publicaciones se recomienda pinzar los juníperos con los dedos. Pero esto es así en todas las especies por igual? La experiencia me dice que no.... En las variedades con hojas en forma de escama (escamiformes) sí funciona el pinzado con los dedos, obteniéndose en un tiempo relativamente corto, una abundante brotación interna, resultando una copa densa y compacta.
Pero en los juníperos de aguja esto no ocurre igual. He notado que en vez de aumentar su cantidad de brotes después del pinzado, el árbol se debilitaba cada vez mas, no logrando mis objetivos en tiempo y forma.

Como en todos los juníperos, existen 2 (o más) tipos de crecimiento. El que alarga la rama y el que gana densidad. Aquí podemos ver una rama con ambos tipos de crecimiento.


Si no deseamos alargar la rama, este crecimiento debe quitarse por completo, ya que no es solamente el brote terminal el encargado de esta tarea, si no todo el conjunto de brotes terminales. La tijera nos indica cuales son los mismo.....

Una vez podados esos brotes, la rama no se alargará, comenzara a desarrollar entonces los brotes anteriores, lo que nos ayudará a compactar las "nubes" de follaje.

Aquí vemos en detalle una pequeña ramita. La técnica consiste en pinzar con tijeras los brotes mas crecidos, dejando intactos los pequeños brotes interiores. En este caso eliminamos toda la brotación nueva menos el brote A. De esta manera NO frenamos el crecimiento de nuestro junípero, ya que la energía del árbol es redirigida inmediatamente al brote intacto, continuando este con su crecimiento.

Aquí vemos el resultado del pinzado en brote de la fotografía anterior.
Al crecer este brote, ahora rebozante de energía, seguramente se activarán numerosas yemas durmientes, mostrando al poco tiempo un aspecto similar al del brote antes de pinzar. Esta técnica, de pinzar y dejar crecer, para luego volver a comenzar el ciclo nuevamente, debe realizarse durante todo el período de crecimiento activo de nuestra planta. Veamos ahora la técnica de pinzado aplicada a un brote mas denso. Antes de pinzar......

Después del pinzado.

Estos brotes interiores deben recibir abundante luz y aire para prosperar. Veamos una rama de procumbens vista desde arriba. En realidad se trata de dos ramas!! (la linea roja indica la separación de las mismas).

Aquí vemos la misma rama de la fotografía superior, pero lateralmente. Al no estar las ramas una directamente encima de la otra, la luz y el aire pueden penetrar sin problemas, manteniendo saludable el interior de la copa de nuestro bonsái. A este junípero le falta un pinzado (demasiados brotes), pero como ya entro en reposo invernal, mejor no tocarlo.
Conclusiones: Al no frenar su crecimiento activo, el árbol no se debilita. Esto nos permite mantenerlo "controlado", pero sin que deje de crecer. El resultado no se ve solamente en la copa, ya que sus raices tambien siguen creciendo. Sabemos que despues de un pinzado, las raices frenan su crecimiento. No ocurre esto en el junípero de aguja si pinzamos con esta tecnica.
Como resultado veremos que nuestro bonsai compacta rapidamente su copa, en un tiempo muy corto!
Consejo: Al pinzar con tijeras, debemos tener la precaución de no cortar las agujas. Separando las mismas, cortaremos solo la madera......
Al igual que para la aplicación de cualquier otra tecnica, nuestro árbol debe estar sano y vigoroso.