Es normal que durante mis clases, los alumnos trabajen arboles de mi colección. Estoy convencido de que esta práctica puede ayudar a sacar el miedo que todos los que comienzan en este arte suelen tener.
Durante el transplante de este pequeño olmo, obtenido a partir de un acodo, se hizo el comentario de que se vería mucho más bonito con un nebari completo. El acodo realizado en su momento emitió raíces en todas direcciones, menos en la parte frontal. Si bien es cierto que una raíz apuntando directamente hacia el frente es un defecto, también es verdad que un nebari incompleto baja de categoría a un buen bonsái. Aproveché este comentario para explicar una manera de solucionar el defecto.
Este es el olmo protagonista de éste articulo. El ultimo transplante se realizo hace 2 años. Cuantas raíces para este pequeño árbol!!!
Una vez podadas sus raíces.........
Aquí podemos ver el defecto de la falta de raíces en el frente.
Vamos a tratar de solucionar este problema, y así elevar la categoría de este pequeño bonsái. Con un taladro, realizamos una pequeña perforación (aproximadamente hasta el centro del tronco). El diámetro del mismo debe ser igual al de la raíz a injertar.
Con un bisturí o un cuchillo bien afilado, repasamos los bordes de la perforación realizada. La fricción producida por el taladro quema las células del cambium, impidiendo en este caso, un agarre exitoso.
Así nos ha quedado el hueco donde colocaremos la nueva raíz.
Seleccionaremos una de las raíces podadas, observando que la misma tenga el mismo diámetro de la perforación realizada, y sea proporcional al resto del nebari de nuestro bonsái. Quitaremos parte de su corteza, exponiendo así el cambium.
Del lado de abajo, colocaremos una pequeña cuña de madera, para que el camium de la raíz y el del tronco, queden en íntimo contacto.
Ahora podemos ver como ha mejorado este olmito con su nueva raíz.
Ahora podemos ver como ha mejorado este olmito con su nueva raíz.
Plantaremos el árbol nuevamente en su maceta, pero esta vez lo enterraremos un poco mas profundo de lo normal. Necesitamos que esta zona injertada no pierda humedad. El próximo año, si todo ha salido bien, podremos transplantarlo de la manera habitual, exponiendo su renovado nebari.
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